Banda Sonora: Dermot Kennedy.
Amor, sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona, animal o cosa a la que se le desea todo lo bueno. Sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la que se desea compartir una vida en común.
Más o menos todos llegamos a la misma conclusión. Un sentimiento. Una emoción. Un, por ti mato. Un, por ti daría la vida...
Como un huracán. Como algo que llega y te rompe todo. Te rompe incluso a ti mismo. Te rompe los esquemas. La manera de ver tu vida. De verte a ti mismo. De ver a los demás. De ver a esa persona. Esa persona que trajo el ''motivo'' de tu cuestión.
Una cuestión que no tienes clara. No tienes una definición con la que puedas abarcar la clara definición de que es. No sabes como describirlo. Te viene grande esa palabra. No grande. Pero si abrumadora. Te da miedo por si los monstruos vuelven. O si soledad tiene que volver a abrazarte en las noches de invierno, o calmar tus lágrimas de ese jodido amor. Aunque a lo mejor, lo que pasa es... Que te viene grande el amor en general.
Supongo, que es querer. Querer con mucha más intensidad. Mucha más de la normal. Tanta que asusta. Te da miedo hasta donde puede llegar.
Querer quedarse a vivir en esa persona. Que te de la vida cada vez que te toque. Te mire. Te bese. Te follen; con amor.
Saber que tienes tantos órganos vitales y que el aire te los da el tiempo que estas con esa persona. Porque hay miles de millones de personas en el mundo, pero tú, o tú amor lo escogió a él.
Un simplemente tú, yo. Un ''Te quiero'' después de follar. Un me iría contigo a la otra punta del planeta. Australia. Hawai. Italia. Brasil. Un quiero dormir en tu cuerpo. Un fóllame con amor sonando de fondo Dermot Kennedy. Un observar cada detalle de ti. Verte dormir. Quedarse embobado mirándote así. Porque sí.
Es que el tiempo pase rápido. Tanto, que cuándo te das cuenta vas a doscientos por hora. Cuesta abajo. Y sin frenos. Tan rápido que ya se acabaron las jodidas navidades. Esas que nunca fueron tan buenas como estas últimas.
Aunque yo creo que, a querer se aprende, enamorarse nace de pronto. Sin más. Entra sin tocar a tu puerta. Y llega. Llega para poner todo patas arriba. Y por supuesto, para quedarse a vivir en ti.
Comentarios
Publicar un comentario