Los dramas.
De nuevo escribiendo porque me
sana, porque cuando no te tengo cerca para contarte mis dramas, escribirlos es
lo único que me calma. Que calma esta cabecita loca que vaga, subida a un Ferrari
a dos cientos por hora; que en busca de si misma ha aprendido a ver la vida a
10km por hora, a tener percepción de lo que pasa a su alrededor, a disfrutar de
las pequeñas cosas que nos da la vida, porque la vida es eso, momentos e
instantes con nosotros mismo o con la gente a la que más amamos; y sin
duda si se ha encontrado; se encuentra por veces a si misma, así como la ves
ahora, puede que frágil pero no débil, risueña y divertida, con ganas de
comerse el mundo (y a ti por supuesto), tenaz y capaz de conseguir lo que se
proponga, tranquila y en modo zen, disfrutona con la vida y con el sexo, pero
sobre todas las cosas consciente para no volver a cometer los mismos errores
que en el pasado le quitaron su futuro… Porque estos días reflexionando
sola, me he dado cuenta de que por mi carácter, por mi falta de temperamento
para afrontar ciertas situaciones, por no pensar antes de hablar, o reflexionar
antes de escupir palabras hirientes… he perdido a gente que me quería y eso
duele, y mucho. Y no solamente por esto, sino por no aceptarme a mi misma, tal
y como soy, con mis lorzas y con mis curvas, con mi culo grande y mis tetas
desiguales… Porque no hay nada mejor que quererse a uno mismo, porque si tu no
te quieres nadie lo hará por ti.
Observando mucho a parejas de mi
alrededor, pero sobre todo a mis padres… Veo como hay muchas formas de querer,
y también como hay muchos pequeños gestos hieren indirectamente a la otra
persona, una palabra más alta que otra, un mal gesto, una mala cara, tonterías
que acaban en broncas de no hablarse en días, manías de uno u otro… Y a veces da miedo como podemos a llegar de
tratar tan mal a nuestros seres mas preciados. Esa falta de compromiso que no
tenemos con nosotros mismos y que menos vamos a tener con ellos. Y yo se que
fallé mucho, que di mi palabra y la falté muchas veces… Y dar tu palabra a
alguien que amas e incumplirla te hace que te cuestionen ellos pero hasta tu
mismo… Porque hasta donde podemos llegar? Si le fallaste a él, que queda? Es
duro pero es la realidad.
Comentarios
Publicar un comentario